Si saltásemos descalzos. Si cerrásemos los ojos. Si nos mordiésemos los labios. ¿Quién dice que nos estuviéramos equivocando?
Efluvios de una realidad aparente rescata lo que pudimos haber dicho y no lo hicimos. Rescata los impulsos de las corazonadas más indecentes. Entra y revuelve hasta arrancarte lo más escondido, vergüenzas y penas, pasiones y ganas. Porque eso es lo que te mantiene vivo.
En una época en la que no basta soñar con iconos del pasado, sino que hay que desenmascarar a nuestros iconos presentes, a nuestros ídolos que deambulan en el silencio procurando saltar, y a los que no les damos la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario